El secretario de Defensa, Lloyd Austin, fue dado de alta del hospital después de una estadía de dos semanas para tratar las complicaciones de una cirugía por cáncer de próstata que había mantenido en secreto al presidente Joe Biden y otros altos líderes de la administración. Los médicos de Austin en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed han declarado que su pronóstico es “excelente” y que ha estado progresando bien a lo largo de su estancia.

Austin, de 70 años, ingresó en el hospital el 22 de diciembre y se sometió a una cirugía para tratar el cáncer, que se había detectado a principios de mes durante un examen de rutina. Sin embargo, una semana después, desarrolló una infección y fue hospitalizado nuevamente el 1 de enero, finalmente ingresado en la unidad de cuidados intensivos. Durante su hospitalización, Austin se sometió a pruebas médicas y recibió tratamiento para el dolor persistente en las piernas.

La falta de transparencia con respecto a la hospitalización de Austin ha provocado revisiones dentro de la administración y el Departamento de Defensa sobre los procedimientos para notificar a la Casa Blanca y a otros si un miembro del Gabinete no puede desempeñar sus funciones. El jefe de gabinete de la Casa Blanca también ha ordenado a los miembros del gabinete que notifiquen a su oficina si no pueden cumplir con sus responsabilidades.

El presidente Biden ha expresado su confianza en Austin a pesar de desconocer su hospitalización hasta el 4 de enero y el diagnóstico de cáncer hasta el 9 de enero. Biden ha calificado el hecho de que Austin no le informara de un error de juicio. Sin embargo, algunos miembros del Congreso, tanto demócratas como republicanos, han criticado el secreto de Austin y han pedido su renuncia. El representante Mike Rogers, presidente del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, ha abierto una investigación formal sobre el asunto.

Durante su estancia en el hospital, Austin continuó trabajando de forma remota, haciendo malabares con las llamadas de los principales líderes militares y participando en las reuniones de la Casa Blanca. Estados Unidos también lanzó ataques militares contra los hutíes respaldados por Irán en Yemen durante este tiempo. Sigue siendo incierto cuándo Austin regresará a su oficina en el Pentágono y cómo su tratamiento contra el cáncer afectará su trabajo y sus compromisos públicos en el futuro. La subsecretaria de Defensa Kathleen Hicks ha estado asumiendo algunas de sus tareas diarias mientras se recupera.

La salida de Austin del hospital se produce después de que el Pentágono emitiera un comunicado diciendo que se recuperará y desempeñará sus funciones de forma remota antes de regresar a tiempo completo al Pentágono. Sus médicos han declarado que el cáncer se detectó a tiempo y que su pronóstico es excelente. Sin embargo, también mencionaron que puede necesitar atención adicional, incluida fisioterapia.

El incidente ha generado preocupación entre los expertos en defensa y los republicanos del Congreso que argumentan que Estados Unidos enfrentó ataques en el Medio Oriente mientras Austin estaba hospitalizado. Algunos críticos lo han acusado de una "estremecedora falta de juicio" y han pedido su dimisión. Sin embargo, la Casa Blanca ha afirmado su apoyo a Austin, y él ha asumido la responsabilidad de la interrupción de la comunicación y ha prometido "hacerlo mejor". "El Pentágono ha ordenado una revisión del incidente y la Casa Blanca está reevaluando sus procedimientos para situaciones similares en el futuro.